Louise Bourgeois

A pesar de un reconocimiento tardío, Louise Bourgeois se considera hoy en día una figura artística del siglo XX de primer renombre. Artista ecléctica que trabaja tanto la escultura como el dibujo, el grabado o las instalaciones, ha hecho de su propia vida su fuente constante de inspiración.

Louise Bourgeois nace en 1911 en una familia dedicada a la venta primero, y restauración más adelante, de tapices antiguos donde la pequeña Louise hace sus pinitos artísticos.

Conocer las continuas infidelidades de su padre, durante una grave enfermedad de su madre, afectará de forma notable el carácter - y la obra- de la joven Louise.

Tras graduarse en La Sorbona en matemáticas, prosigue sus estudios en la “Académie de la Grande Chaumière”, y sigue clases en la Escuela del Louvre y la de Bellas Artes.

En los años 30, frecuenta talleres y salones parisinos y conoce al pintor cubista Fernand Léger, que la define más como escultora que como pintora.

1938 será un año importante para Louise, se desvincula por completo del negocio familiar, abre su propia galería de arte y contrae matrimonio con el historiador estadounidense Robert Goldwater (primer director del Museo de Arte Primitivo de Nueva York) con el que se establece en Nueva York donde se enrola de inmediato en la escuela de arte independiente Art Students League. También comienza a interesarse por el grabado, técnica que le acompañará hasta el final de sus días.

Su primera muestra individual la realiza en la prestigiosa Bertha Schaeffer Gallery de la “Gran Manzana” en 1945.

En los 50 empieza a trabajar con latex, mármol y yeso. Esculpe formas verticales, como totems que ella misma llama “sus personajes” en un intento de afrontar la añoranza de su país. La utilización del arte como terapia será una constante a lo largo de su vida, una vía de escape que le permite afrontar insomnios y depresiones.

En 1973, Bourgeois comienza su faceta docente impartiendo clases en diversos colegios y escuelas públicas. En su obra, surgen los temas de la maternidad, la sexualidad, la feminidad y el cuerpo.

En 1982 celebra su primera retrospectiva en el Museo de Arte Moderno de Nueva York consiguiendo el anhelado reconocimiento internacional dejando de ser la figura periférica de la escultura cuyo trabajo era más admirado que aclamado.

A mediados de los años 90 comienza a explorar una de sus mayores obsesiones: “la araña como madre, depredadora y tejedora”, en alusión a la figura de su madre como símbolo protector y depredador a la vez, y es entonces, pese a su extensa y reconocida obra, cuando Louise Bourgeois es conocida por todo el mundo por una de sus obras más peculiares, la escultura arácnida de 9,27m de altura titulada “Maman” que ha sido exhibida por el mundo entero.

Sin dejar de trabajar e investigar hasta los últimos días de su existencia, fallece en Manhattan en 2010 a la edad de 98 años una de las mujeres artistas más originales e inventivas del siglo XX, que siempre consideró el arte como “garantía de salud mental”.

Louise Bourgeois ha recibido muchos premiso y sus obras son expuestas en las mejores galerías y museos del mundo.

Obras Expuestas

• “Self portrait”, grabado, 1940-1990.