Al igual que las aves, pero sin capacidad para moverse del territorio, la flora de Menorca presenta una gran diversidad, a pesar de la escasa extensión de terreno. La observación de flora autóctona o especies endémicas es una actividad que es mejor realizar en épocas como la primavera o el otoño, pues el campo menorquín queda bastante seco en verano, cuando apenas llueve. Para realizar un itinerario florístico, el GOB es también una buena opción de consulta.