La ciudad de Alaior

Personalidad inconfundible

Definir qué es Alaior en tres palabras es difícil. O tan sencillo como resumirlo en: auténtico, artístico y acogedor. Cada uno de estos términos ha sido forjado a través de años de historia, configurando la actual ciudad. Dotándola de una personalidad inconfundible dentro de la isla.

Pero ¿qué es Alaior? Son siglos de historia sobre el terreno, las piedras, los monumentos, la costa, la idiosincrasia de su gente, su industria, el arte que la embellece. Y también tú, que con tus ojos descubres todo lo que este rico municipio puede ofrecerte. Porque para querer algo, has de conocerlo en primera persona.

BREVE HISTORIA DE ALAIOR

Donde todo comienza, hasta llegar a lo que puedes ver hoy


La presencia humana en Alaior se remonta a los primeros pobladores de Menorca, entre los años 2200 y 1000 a.C. Son testimonios de esta época los diversos monumentos funerarios, como el sepulcro de Ses Roques Llises o las navetas funerarias de Biniac-l'Argentina o Rafal Rubí. Así como las grandes construcciones de la época talayótica, entre los que destacan el poblado de Torre d’en Galmés, el poblado de Torrlaba d’en Salort y So Na Caçana.

Tras la conquista romana de Menorca, el peso económico de la isla se desplazó hacia los asentamientos portuarios (Mago, Iamo y Sanisera). Tras la conquista catalano-aragonesa por parte del rey Alfonso III en el 1287, la población de la isla se concentrará en los pueblos y se comenzaron a crear los lugares que conforman la fisonomía del campo de Menorca.

Es en este momento inicial que encontramos la creación del pueblo de Alaior. En el Pariatge de 1301 (documento donde se realiza la primera organización económica, administrativa y eclesiástica de Menorca) ya se menciona la existencia de la parroquia de Santa Eulàlia. Pero será en el año 1304 cuando el rey Jaume II de Mallorca ordenó la compra de la antigua alquería islámica de Ihalor, de donde derivó el nombre actual de la población: Alaior, que se fue desarrollando alrededor de la colina donde se construyó la iglesia de Santa Eulàlia durante el siglo XIV. La Universidad de Alaior (antiguo gobierno municipal del pueblo) la encontramos documentada por primer vez el año 1398.

En el 1651 se produce un gran cambio en el sistema administrativo de la isla, ya que la Universidad de Ciutadella deja de ser el núcleo central de gobierno y el resto de Universidades de la isla adquieren realmente un carácter independiente. Es así como la Universidad de Alaior pasará a tener potestad para recaudar sus propios impuestos, por ejemplo. El año 1644, en un ataque de los piratas berberiscos, el alcalde de Alaior, Miquel Barçola Cardona murió durante el enfrentamiento. El estandarte que llevaba en este combate acabó convirtiéndose en la bandera del pueblo.

El siglo XIX marca el retorno de la corona española. La desamortización de bienes eclesiásticos de 1835 tuvo sus efectos en Alaior, con la incorporación del convento de Sant Diego al patrimonio estatal. Con el tiempo este edificio será una caserna militar y posteriormente viviendas particulares, conocido como el Patio de sa Lluna, para acabar en la actualidad como un equipamiento cultural de referencia.

En el año 1836 las Universidades desaparecen y se crean los ayuntamientos actuales, con lo que el órgano de gobierno pasa a ser oficialmente el Ayuntamiento de Alaior. Este siglo marca el inicio de la industrialización del pueblo. Una de las industrias más destacadas es la del zapato.

A partir de los años 50 del siglo pasado, Alaior vive un auge económico. Destaca la manufacturación de calzado, la ganadería, especializada en la elaboración de queso y otros derivados lácteos, la producción metalúrgica y la agricultura. Todo ello, contribuye a vertebrar la sociedad alaiorense, compaginado con la creación artesanal de pasteles, licores, la red de comercio local o la amplia oferta hotelera y agroturística.

Hoy día, Alaior es el tercer municipio de la isla por volumen de población con unos 9.500 habitantes que vive principalmente del sector industrial y de servicios.